jueves, 26 de abril de 2012

Introducción



   Es cierto, hay;

   Locuras agradables y locuras espantosas,
   locuras amorosas y locuras odiosas, 
  locuras encantadoras y locuras siniestras, pero sobre todo, hay locuras enriquecedoras y, tristemente, también hay locuras que empobrecen.  Y la mía...¿ Cuál es ? No lo sé!!   Y sin embargo, yo siento, que mi aventura, me enriquecerá, en algunos momentos, imagino que me confundirá, algunos días me asustaré, seguramente en muchísimos momentos, me divertiré, y de lo que estoy seguro es que me servirá.



    Reflexionar es bueno, pero volver una y otra vez sobre lo mismo impide ser feliz. Por elemental que parezca, vivir dando vueltas y vueltas a las cosas puede ocasionar incluso trastornos realmente graves (depresiones, obsesiones, ansiedad, hipocondría, etc.). La clave para disfrutar y aprovechar nuestra vida consiste en no ensimismarnos, sino en estar ahora –ya– en contacto con el mundo y abiertos a lo que nos llegue en cada momento. 

   

    De niños nos decían que había que pensar bien lo que se hacía y decía, y también las consecuencias. No es que fuera una enseñanza perniciosa, ni mucho menos. Pero puede llegar a serlo si se asume como una verdad absoluta y se lleva hasta el extremo. Al menos, así lo parece en muchas personas: aquellas que se agobian cuando tienen que tomar cualquier decisión, que dan mil vueltas sin llegar nunca a atreverse a nada, que se pierden en sus divagaciones, que ante el mínimo contratiempo (el pinchazo de una rueda, la avería de la cisterna, el recibo retrasado, la mancha del vestido...) se sienten desbordados.



    Y es que vivir es fácil, pero nos lo complicamos. Es verdad. Vivir no es fácil...pero es hermoso. Y ser tan hermoso es lo que lo hace fácil. Padecemos terriblemente porque nuestra mente es una parlanchina incorregible y no nos deja en paz. Los “sufridores de pensamiento”, o sea, aquellos que ven que uno de sus problemas (quizás el mayor de ellos) radica en una incontrolable imaginación negativa, se identificarán con muchas cosas. Pero... ¿es que es posible esperar el resultado de un análisis de sangre rutinario sin agobiarse?¿No estar preocupado por las posibles desgracias que pueden pasarles a nuestros familiares y amigos, o a nosotros mismos? ¿No “comerse el tarro” ante la posibilidad de un despido, cuando la cosa está tan mal...? Claro que se puede.



    Frente al pensar y pensar, invito a vivir y vivir, incluso aunque lo que vivamos no sea agradable y no nos guste. Si dar vueltas y vueltas a las cosas conduce a la pasividad y a la evitación, la atención plena favorece estar activos y, en consecuencia, ayuda a lograr la satisfacción vital. No es que se vaya a dejar de pensar, claro, pero sí se puede aprender a tomarse los pensamientos de otra manera.



   Tener pensamientos no significa juzgar, valorar, interpretar todo el tiempo cada cosa que vivimos y nos sucede. Los pensamientos pueden llegar e irse como otras cosas de la vida: el frío, el apetito, el entusiasmo, el cansancio, la plenitud, la tristeza, la satisfacción, las ganas de correr o las ganas de reír. Son cosas que surgen, que sentimos, que en un momento dado tienen su presencia y que se van sucediendo. Si aprendemos a convivir con nuestros pensamientos, con nuestras sensaciones y con nuestros sentimientos y los atendemos o estimamos en el mismo grado que muchas otras cosas de nuestra vida, nos espera un futuro mucho más rico, sabio, mucho más pleno y vital.



    Y ahora... empecemos con mi viaje, será mágico, inolvidable y espero, una lección de aprendizaje. Ésta vez el destino es:  AUSTRALIA

                      
   
Mapa de Australia
                                     
Discovery
                                        

    
   Se cree que los primeros no aborígenes podrían haber llegado a Australia hace unos 700 años, pero el continente permaneció incógnito durante siglos. William Jansz fue el primer europeo en pisar Australia. Por ese motivo, se le conmemora con una placa en una recóndita plaza de Sidney.
  
Un aborígen australiano
    

               


            Fotografías de los dos de los tres deportes más conocidos en Australia, el otro es el tenis.

   Australia es la mayor isla del mundo o el continente más pequeño, lo podemos decir como más nos guste, lo que sí es cierto, es que Australia es inmensa. Es por eso que mi viaje llevará tiempo y no será un viaje de dos semanas, en principio tengo billete de vuelta dentro de 3 meses, para el día 08 de Abril, ya veremos, empiezo el viaje sin rumbo y asumiendo todas las consecuencias.   La superficie de Australia equivale a la de toda Europa o a la de Estados Unidos. Su población es de unos 18 millones de habitantes y es considerada una de las zonas más despobladas de la tierra. El continente tiene una docena de áreas declaradas Patrimonio de la Humanidad. 

  
   Señoras y señores.......empieza mi viaje!!!!

     "Los viajes son en la juventud una parte de educación y, en la vejez, una parte de experiencia"
    

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